Está en el segundo lugar, junto con el divorcio, de los motivos de mayor estrés en la vida de un ser humano. Las razones para emprenderla pueden ser muchas: cambio de barrio, a un lugar más grande, o uno más pequeño, a pocas cuadras o, hasta otro país. Sean cual sean las razones, felices o no tanto, lo fundamental es mudarse con lo necesario y tomarlo como una oportunidad para vivir más livianos.
Ini Hajnal, organizadora profesional de espacios y fundadora de The Organization Wiz, compartió a Infobae su experiencia: "Es el momento ideal para soltar lo viejo, roto o lo que no provoca emoción. Es una oportunidad para arrancar de cero, para vivir con lo que necesitamos y no con lo acumulado. Hay gente muy desapegada y otra que junta recuerdos en vez de vivir la vida hoy. Los recuerdos los tenemos adentro y guardamos ciertos objetos que nos remiten a momentos felices de nuestra vida y otros que no tanto que sugiero soltar. Las mudanzas suelen ser un buen momento para dejar ir lo que, antes, no se animaban. Es fundamental mudarse con lo necesario y nada más".
Por ese motivo, lo primero es hacer un muy buen y consciente descarte de todo lo que ya no se usa o lo que no se va a querer en el nuevo hogar. Hajnal recomendó: "Empezar a descartar 3 o 4 semanas antes. Guardar lo más valioso con tiempo y bien envuelto. Puede contratar un servicio especializado que embala y desembala en el destino. Esto dependerá de la necesidad y presupuesto que se tenga. Muchas veces tenemos nuestra ropa en varios ambientes, y por eso hacer el trabajo por sector o por tipo de objetos es clave".